Monday, May 30, 2005

MOVIMIENTO

Se presumen al movimiento lágrimas,
del centro al este;
tiemblas.

Tacto: así es,
casi en ceniza,
-apenas cobijo de las hojas-,
disuelto el todo por el todo;
allí…

Y sigo contemplándote los dedos.

Ruge iris plomizo
-gigante-;
paredes acrecientan coreografías
en duelo de labios mutilados
y son ojos
los que respiran por primera vez.


M. del Mar Gil.
Mayo/05

Tuesday, May 10, 2005

ASTILLAS MEZCLADAS

Desgajado de sus ubres de luna muerta, baila desnudo, al son de una
pandereta antigua. Y a cada paso que da nace una gota de sangre que
se traga la tierra.

Un viento frío
arremolina las palabras
y se come con gula desatada el paisaje;
la brisa arruga de repente la piel
construyendo
acordeones mudos con los restos de la voz.

Lejos, muy lejos de las huellas del sol, se convierten en herrumbre
los pétalos de niebla, y el mar se torna hielo en un solo pestañeo. Y
se vuelve plomo y esparto el borde de la lengua: ya no es posible
tragar suspiros, los mutismos han ido tornándolos en piedras.

La faz se convierte en grito,
y el grito en sed;
los párpados se cosen a los ojos
para desdibujar pinceladas de sueños.

Traza sobre el cuerpo líneas que no convergirán nunca. Deja ante la
puerta relojes de arena para que el tiempo de dolor no desaparezca
jamás. Introduce sus manos en los bolsillos, vacíos de recuerdos, y
sigue su ruta, por un camino donde no cabe ni su sombra.

Los dedos pierden
su fluidez de guitarra,
y se deslizan por las dudas
de una lumbre
que no es capaz de iluminar las burbujas del silencio.

(Las astillas se mezclan con las raíces de un árbol que nunca
floreció.)

Lola Bertrand